viernes, 6 de febrero de 2009

Evaluar con ética

Evaluar con el corazón ¿sí o no?

El otro día, dentro de las entrevistas que se realizan con los padres, observaba las conductas y las expresiones faciales que los progenitores hacían cuando se les sintetizaba las acciones que sus hijos tenían dentro del salón de clases, las cuales reflejaban sus notas académicas.

Algunos padres levantaban las cejas como dos montañas encontradas y expresaban en sus miradas la sorpresa que dejaban los comentarios de la maestra.
Otros movían sus cejas como agua del mar por la preocupación tan grande al escuchar un cuento de horror que protagonizaban sus hijos.
Mis preferidos eran aquellos que arqueaban las cejas como arco iris por la felicidad que emancipaban los buenos comentarios del docente.

Entonces surgió una gran lluvia de ideas y a la vez de conflictos y culpas, sobre la labor docente en el momento de emitir una evaluación del niño, pues los comentarios eran tan importantes que definen en tan poco tiempo las emociones de aquellas personas que dieron a luz a un niño, al cual se le critica desde una perspectiva diferente.

Es por ello que al finalizar la entrevista de padres me pregunté ¿Por qué debo evaluar? ¿Qué debo evaluar? ¿Para qué se debe evaluar?

Estas interrogantes me recuerdan el proceso que todos los seres humamos, hemos transcurrido en la vida. El ser medidos, estandarizados, comparados, calificados y promovidos, positivamente o negativamente.

En un niño de edad preprimaria, se observan los logros y alcances día a día es por ello que los criterios de evaluación que el docente emite tiene un peso de juicio critico, ya que en edad preprimaria es la primera experiencia que el niño y la niña tienen de ser examinados por personas ajenas a sus contexto familiar.

Es allí también en donde el ámbito familiar se queda a la expectativa de los comentarios positivos, negativos e interesantes que una persona ajena emite sobre los logros de su niño; todos los comentarios que le sean medidos serán analizados desde varias perspectivas.

Respondiendo a la pregunta qué se debe evaluar, ya que por naturaleza el ser humano es un ser integro, en donde un resultado de la estimación medida abarca los criterios cognitivos, afectivos, motrices, biológicos y psicológicos.

Por ello que se debe evaluar de forma integra de manera objetiva, no obviando por más mínimos que parezcan los detalles de la evaluación. (Principio de los criterios éticos y momentos de una evaluación)

[a]“Lo que se persigue principalmente con una evaluación ética es proteger a las personas contra riesgos de daño o perjuicio y facilitar la realización de estudios beneficiosos. La evaluación científica y ética no se pueden considerar en forma separada: un estudio que no tiene solidez científica es poco ético al exponer a los participantes a riesgos o a molestias y al no lograr ningún beneficio en cuanto a conocimientos.”

Reiterando el rol del docente preprimario, al saber emitir un juicio de valor sobre aquellas personas que están en constante, evolución, cambio, progreso y adaptación, refiriéndose a la niñez.


Como lo menciona el CNB al mencionar que un docente ahora es un facilitador, enmarcando que los criterios evaluativos que el docente emite se basan en niveles alcanzados, rompiendo un paradigma antiguo de calificar y medir al alumno en dos casillos “Bueno y malo/satisfactorio e insatisfactorio”

Tendencias que marcaron significativamente la personalidad de los individuos, es decir que gracias a los cuantificadores “mal usados por el maestro” pre determinaban al educando a ser buena persona, prospera o positiva, o bien persona negativa que no tiene posibilidad de haber aprobado una solicitud que se deseaba tener, concuerda el psicólogo Nelson Ortiz en su texto “El principio de la evaluación”

El lector no se debe confundir en afirmar que este texto indica en que una evaluación debe ser siempre promovida para evitar los daños emocionales, ya que entonces se incide en un problema social que nos rodea “Los valores éticos dentro de la evaluación” pues al promover al alumno o criticar positivamente siempre, obviando lo negativo, no se está haciendo uso adecuado de los valores morales que el docente carga al evaluar al infante.

¿Quién soy yo cómo docente para determinar el no promover al alumno? Son muchos de los comentarios que se dicen cuando se enfrenta a problemáticas, pero el conflicto ético se revierte cuando se pregunta ¿Se ha evaluado de la mejor manera para inferir en un alumno de forma objetiva?

Ambas preguntas responden a aquellas lluvias de ideas, para qué, por qué y qué se debe evaluar, ya que al evaluar de corazón no es promover a un alumno de grado, ni tampoco obviar los errores.

Es ponerse la mano en el corazón y evaluar objetivamente basado en criterios morales positivos para emitir un juicio de valor a favor de la mejora del educando.

Propósito único que nos indica la transformación curricular guatemalteca, con el fin de formar a alumnos competentes para la vida. Aquellos que después de una caída se levanten, que de un tropiezo no lo evadan ni lo olvidan sino por el contrario lo enfrentan y lo superan.

Muy parecido a las características de aquellos padres que al finalizar la entrevista, concretaron con la maestra en ayudar a su niño, pues la evaluación se realizó con el único objetivo de ayudarse unos a los otros.

La técnica “ganar-ganar” dentro de la evaluación, no solo mide el desempeño del alumno sino también el de los que le enseñen, hoy en día llamado la co-evaluación
Recordando aquellas sabias palabras…”Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces” (Marcos 4,24)

Motivemos al docente al no criticar sino evaluar con el corazón objetivamente en beneficio de la niñez.
Gracias.




Fuente Bibliográfica


DECLARACIÓN DE HELSINKI Y LAS PAUTAS INTERNACIONALES PARA LA INVESTIGACIÓN BIOMÉDICA
Seres Humanos del CIOMS.
2001
En red: www.scielosp.org/scielo.php

LA GÉNESIS DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL PARA EDUCACIÓN PRESCOLAR
Maria Cecilia Amendola da Motta
En red:www.omep.org.

Ensayo
“Evaluar con el corazón”















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